Este domingo, revivimos una de las semanas más intensas de la historia: cuando una multitud pasó de gritar “¡Hosanna!” a exigir “¡Crucifícalo!”. ¿Qué pasó entre los ramos del domingo y la cruz del viernes? Jesús no cambió, pero la fe de muchos sí. A veces nuestra fe es emocional, se decepciona o se deja llevar por otras voces. Pero Jesús, aún así, sigue entrando en nuestras vidas para ofrecernos una fe más profunda, real y comprometida.
Entre ramos y cruces
Publicado el 13/04/2025
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